viernes, 11 de noviembre de 2022

Tres Dientes y Una Quijada

 

La vieja moto rugía como en sus mejores tiempos. 
Los clientes de la única cantina del pueblo, pararon sus orejas, pues, era un ruido poco común por aquellos lugares. Luego, el sol dibujó bajo el dintel, la larga silueta de Roston, el conductor de la ruidosa bestia. Algunos miraron fingiendo indiferencia. Este, avanzó al mesón 
— Buen día. — Saludó Francisco, el mozo.
— Buen día. Tienes leche helada? 
— Leche... helada? 
Una carcajada interrumpió el cruce de palabras. Era Miguel, un tipo de dos metros de estatura, apodado, Pequeño, acompañado de tres amigotes. Los ojos del encargado mostraron preocupación.
— No tengo. Pero puedo conseguirla. 
— Está bien. Esperaré. 
— Como diga. — el mozo se perdió por la puerta que había a su espalda. Roston se dirigió a la mesa del fondo.  Mientras lo hacía, se escucharon risitas.
Luego de unos minutos, una joven mujer entraba a la cantina con una botella  de leche.
— ¡LECHE PARA EL BEBÉ! — Gritó, Pequeño, al tiempo que alcanzaba a la mujer con un manotazo en el  trasero. Ella soltó un furioso — ¡IMBÉCIL! — pero sólo sirvió para que este y sus amigos lanzaran  risotadas que rebotaban de pared en pared.
Muy molesta, continuó con lo suyo. Fue por un vaso y una bandeja. Francisco bajó la mirada. Los tipos seguían festejando. 
— Aquí está su leche. — dijo, sin poder ocultar su tristeza. Roston agradeció.  
Acto seguido, el hombre llenó el vaso con la helada leche, bebiendo hasta la última gota; repitiendo el rito, muy complacido. Luego recorrió con la mirada las grietas y la descascarada pintura de las paredes.  Concluido esto, se puso de pie, tomó la botella, y se dirigió a la mesa de los alegres amigos. Quienes no pudieron disimular su sorpresa. 
El hombre alcanzó una de las sillas de la mesa vecina y se sentó entre ellos.
— Qué tal, amigos. Cómo está la fiesta.
Nadie dijo palabra.
— Qué deseas. — dijo, finalmente, Pequeño, con mirada agresiva. . Roston se limitó a llenar el vaso con su leche. 
— Sabes, amigo... Observé que eres muy rudo. Tragos fuertes... Y no hay mujer que se atreva contigo.
— Te pregunté, qué querías. — dijo el burlón con el ceño muy fruncido.  Ya todo era espeso silencio.
— Es muy sencillo. Tomarás leche. Es muy saludable. 
Pequeño, airado se puso de pie volcando la mesa sobre dos de sus amigos. Pero, Roston,  que esperaba esta reacción,  envió un  puñetazo que hizo sonar la quijada del grandote, quien se derrumbó  al instante como un castillo de naipes. 
Los amigotes estaban impresionados. Uno de ellos, el rechoncho, se rehízo y arremetió contra Roston con los dientes muy apretados. Lo que no le duró mucho tiempo porque el puño enguantado del forastero le soltó tres de un sólo impacto. Ahora, en cuatro patas los escupía.
Los otros dos recordaron que tenían algo que hacer. Se estorbaron para salir.  La puerta se les hizo muy pequeña. 

La chica y el mozo estaban maravillados. La alegría les llenaba los ojos. Roston se acercó al mesón, dejó un par de billetes, y mirando a los jóvenes, dijo: 
— Lo siento... Le dije que la leche era saludable. 
Luego, dando media vuelta, salió por donde había entrado, seguido de un anciano de larga barba que, riendo bajito, se detuvo en la puerta para dar un último vistazo. 
Los demás no podían dejar de mirar a Pequeño, con su quijada fuera de lugar; y al rechoncho que, consternado, no dejaba de babear sangre.
Al minuto, el sordo ruido de un motor se apagaba en la distancia. 




8 comentarios:

  1. Historias para leer despacio, tienen su reflexión. Un abrazuco

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    1. Un abrazuco, Ester. Muchísimas gracias. Gusto de verte. Si te gustó... genial. 🏙

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  2. Muy bien narrada. Me ha recordado a la típica pelea de saloon, donde los vaqueros demuestran quién manda.

    Mil besitos y feliz día.

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    1. Exacto. Consecuencia de haber leído novelas de mi padre :)
      Millón por tu visita, Auroratris.
      Que tengas brillante día ☀️

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    1. De todas maneras. Siempre hay espacio, momento, y motivo; para una reflexión.
      Un placer, Frases Bonitas. Muchas gracias por la visita.

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  4. Muy buena historia. Un gusto leerte.👏👏

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