martes, 14 de marzo de 2023

El Veneno

 
El dolor en el corazón del hombre, era inmenso.
Su hija; una chica de 20 años de edad,  se tambaleaba con la mirada perdida, bajo el dintel.
La llevó a su recámara. Le ayudó a tenderse en su cama. Sus ojos de padre se llenaron de tristeza.

Cuántas imágenes pasaron ante él. Cuál de todas más hermosa. Su pequeña,  riéndo, corriendo, jugando...
Lloró a orillas de aquella cama.

Ya más repuesto, se secó las lágrimas, y se dirigió, llave en mano, a su viejo carro.

Más tarde, avanzada la noche, se estacionaba en la avenida central de la ciudad. Un cigarrillo le ayudaría a pasar el rato. Aunque ni bien lo encendió, un flamante automóvil se estacionaba a poca distancia. Dos tipos muy bien vestidos, bajaban de él, y entraban al monumental edificio. El hombre bajó del coche, y echó a andar.

En el lujoso departamento, tres amigos charlaban animadamente, e intercambiaban maletines. Uno de ellos respiró mirando alrededor con cara de pregunta.

— Yo no fumo. Ustedes tampoco. Huelen?
Pero ya era tarde para sacar cuentas. El hombre del viejo carro apuntaba con una calibre 38.

— Lo siento. Las puertas no son rival para mí.
— Qué pasa. Quién eres.
— No importa quién soy. Al suelo.
— Ah... Un maldito asaltante.
— Un movimiento en falso y disparo. Al suelo.

Los hombres soltaron sus maletines, y obedecieron. Nada podían hacer ante un 38 listo para enviar la muerte.


Cigarrillo en boca, desarmó a los caballeros, y abrió los maletines. Uno contenía gran cantidad de dinero, el otro... droga.

Procedió a atarlos de manos y pies. Luego los agarró y sentó.
Demás está decir que los tipos estaban jurando en sus adentros, darle la muerte más atroz a este ladrón. No dejarían piedra sin mover para dar con su paradero. Pero, estos, fueron interrumpidos por el extraño, que, acercando una silla se sentó frente a ellos.

— Tienen alguna idea de cuánta gente han matado?
Alguna idea, de cuántas familias han destruido, mientras ustedes van de placer en placer?
Alguna idea del veneno que reparten sin que tengan el más mínimo cargo de conciencia?

Los tipos estaban a años luz del valor de estas palabras. Sólo respiraban salir de esta.

— Bien. — dijo el desconocido. Y apagando el resto del cigarro, fue por un trozo de droga, y se acercó a uno de ellos tomándolo del pelo.

— Abre la boca.
— ¡Pero!
— ¡Abre la boca! — presionó sin piedad.

Sin poder hacer nada, este abrió la boca y enseguida fue taponeada de droga. Fue inútil la resistencia. La droga ingresó rápidamente a su organismo. Los efectos, la locura, la muerte... fue impresionante.
Los otros corrieron la misma suerte.

Al día siguiente, canales de televisión y periódicos hablaban de un cruel asesino.



6 comentarios:

  1. Hubiera hecho lo mismo, lo haría si fuera necesario, conservo mi rifle. Un abrazo

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    1. Cuánta maldad contra el semejante. Veneno a diestra y siniestra.
      Un rifle está muy bien.
      Un abrazo, Ester. Gracias por la visita. Un abrazo 🏙

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  2. Ojo por ojo le llamamos donde vivo. Impresionante relato amigo mío

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    1. Hola, Margarita.
      Sí...
      Pensar, que fue ley en antiguos tiempos.

      Saludos, amiga. Gracias! 🏙

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  3. Wow un relato fuerte pero así anda el mundo en estos tiempos.

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    1. Así anda el mundo, hoy, Frases Bonitas. El "veneno" a generado una descomposición social a niveles impactantes. Una "exterminación" masiva, de seres humanos, en muchos lugares del planeta.

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